Alertan por el fuerte aumento proyectado de casos de cáncer de pulmón y la necesidad urgente de fortalecer la prevención

En el marco del Día Mundial del Cáncer de Pulmón (el próximo 17 de noviembre), especialistas advierten que esta enfermedad continúa siendo una de las principales causas de muerte en el mundo y un desafío sanitario creciente para la Argentina. La Organización Mundial de la Salud estima que provoca entre 1,8 y 2,2 millones de muertes anuales, equivalentes al 20% de todos los fallecimientos por cáncer. En el país, ocupa el segundo lugar en incidencia y el primero en mortalidad oncológica, con cerca de 12.000 diagnósticos nuevos y unas 10.000 muertes por año.

Las proyecciones de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer muestran un panorama aún más preocupante: los casos podrían aumentar casi un 80% para 2050. El dato refuerza la urgencia de fortalecer las políticas de prevención, garantizar el acceso equitativo a tratamientos y promover la detección temprana en todo el territorio.

Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo —vinculado a aproximadamente el 80% de los casos— el cáncer de pulmón también afecta a personas que nunca fumaron. La exposición al radón en viviendas con poca ventilación, al asbesto presente en construcciones antiguas y a la contaminación urbana con partículas diésel se suma a los factores genéticos como causas relevantes. “Es fundamental evitar la estigmatización: esta enfermedad también aparece en personas no fumadoras. La consulta médica ante síntomas persistentes es clave”, explicó Gabriela Bugarín, directora médica de Oncología de MSD Argentina.

La detección temprana continúa siendo uno de los mayores desafíos. En etapas iniciales, el cáncer de pulmón suele no generar síntomas, lo que incrementa los diagnósticos tardíos. Aun así, señales como tos crónica, presencia de sangre en la flema, dolor torácico, dificultad respiratoria, ronquera, pérdida de peso inexplicable o infecciones respiratorias recurrentes deben motivar la búsqueda de atención médica. Bugarín remarcó la importancia del tamizaje como herramienta central para identificar la enfermedad antes de que avance.

El tamizaje mediante tomografía computada de baja dosis se expande en todo el mundo como una estrategia capaz de reducir la mortalidad. Se trata de un estudio rápido, indoloro y altamente preciso que permite detectar lesiones mínimas. En Argentina, el Consenso Nacional recomienda realizarlo anualmente en personas de alto riesgo, especialmente fumadores y exfumadores de entre 55 y 74 años con un consumo acumulado significativo. “El tamizaje debe complementarse con programas para dejar de fumar y evaluaciones cardiovasculares. No se trata solo de diagnosticar a tiempo, sino también de reducir los factores que causan la enfermedad”, añadió Bugarín.

Estudios internacionales señalan que esta herramienta puede disminuir la mortalidad hasta en un 20% y que el diagnóstico precoz reduce además los costos del sistema sanitario, ya que tratar la enfermedad en etapas avanzadas puede ser hasta diez veces más caro. Pero el impacto no es solo sanitario: un informe del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria reveló que casi la mitad de los pacientes vio afectados sus ingresos, un 16% perdió su empleo y más de dos tercios debieron afrontar gastos que superaron su capacidad económica, lo que evidencia la fuerte carga social y financiera del cáncer de pulmón.