Tucumán cerró una de las zafras más grandes sin contaminación relevante y consolida su camino hacia una producción sustentable

El resultado marca un avance sostenido hacia un esquema productivo más responsable.

Economía21/11/2025Redacción SLCRedacción SLC
zafra

La campaña azucarera culminó en Tucumán con un dato central: no se registraron episodios de contaminación significativos. El resultado marca un avance sostenido hacia un esquema productivo más responsable y refuerza el trabajo coordinado entre el Gobierno provincial, los ingenios y los organismos de control.

Durante su visita a la Subsecretaría de Medio Ambiente, el gobernador Osvaldo Jaldo destacó el rol de los equipos técnicos en el monitoreo industrial y la preservación de los cursos de agua. Subrayó que, aun tratándose de una de las zafras con mayor volumen de caña molida —lo que implicó un elevado consumo hídrico por parte de los ingenios—, los controles se realizaron de manera permanente en los principales ríos, incluso en territorio de Santiago del Estero, y con resultados positivos.

Jaldo definió la campaña como “ordenada y en paz” y remarcó que no se detectaron daños ambientales graves. Celebró el fortalecimiento de los controles gracias al equipamiento y las tecnologías incorporadas y advirtió que “de nada sirve llegar tarde”, al resaltar la importancia del monitoreo en tiempo y forma.

El secretario de Producción, Eduardo Castro, valoró el desempeño industrial y el acompañamiento estatal mediante el suministro de agua para los procesos fabriles. También destacó que otras actividades productivas concluyeron con resultados favorables: el citrus cerró un año ordenado, el arándano registró una cosecha importante y la frutilla avanzó escalonadamente con muy buena calidad.

El subsecretario de Medio Ambiente, Facundo Moreno Majnach, detalló que este año se realizaron alrededor de 800 inspecciones industriales y cerca de 1.900 monitoreos en los principales ríos. Estos operativos permitieron evitar mortandad de peces y prevenir conflictos interprovinciales en la cuenca Salí-Dulce. Añadió que la quema de cañaverales se redujo al 16% de la superficie cultivada, un avance que atribuyó a una mayor conciencia y a la responsabilidad administrativa y penal que implica esta práctica.

Moreno Majnach remarcó que la articulación con Santiago del Estero permitió cerrar la zafra sin inconvenientes en el embalse ni en la cuenca del Río Hondo. Sostuvo que los ingenios operaron con scrubbers —filtros húmedos para retener material particulado— en correcto funcionamiento, lo que confirma que es posible sostener el perfil productivo de la provincia sin comprometer sus recursos naturales.

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