Llenar el changuito en Tucumán cuesta y exige más esfuerzo que en otras provincias

En un escenario donde los precios se mantienen altos y los salarios continúan rezagados.

Economía11/11/2025Redacción SLCRedacción SLC
canasta básica

El bolsillo tucumano sintió el impacto del costo de vida en octubre. Según el informe “Changuito federal” elaborado por la consultora Analytica, llenar una canasta representativa de consumo medio demandó en Tucumán $770.951, una cifra que ubica a la provincia en el rango medio-alto del país, con precios por encima de distritos como Santiago del Estero o Misiones, aunque por debajo de los elevados valores patagónicos.

El estudio revela que el esfuerzo para completar el changuito varía ampliamente en la Argentina, condicionado tanto por los precios como por los salarios provinciales. Mientras que en Neuquén bastó con destinar el 11,8% de la suma de dos sueldos promedio para cubrir la canasta, en Santiago del Estero se requirió un 32,7%. Esta brecha refleja con claridad las diferencias en el poder adquisitivo a lo largo del país.

En el caso tucumano, el valor de la canasta quedó levemente por encima de provincias vecinas como Jujuy ($773.235) y Salta ($778.151), y muy cerca de la media nacional. Los precios locales mostraron cierta estabilidad respecto de septiembre, con un aumento moderado del 1% en productos básicos como los huevos, uno de los pocos rubros que se mantuvo sin sobresaltos en casi todo el país.

En contraste, otros alimentos continuaron impulsando el alza del changuito. A nivel nacional, el aceite de girasol registró subas de entre 4% y 6%, y los lácteos como el queso crema y el yogur bebible también avanzaron entre 2% y 4% en la mayoría de las provincias. Si bien Tucumán no estuvo entre los distritos más afectados por estos incrementos, la tendencia inflacionaria general sigue erosionando el poder de compra de las familias.

Así, llenar el changuito en Tucumán ya se ubica cerca de los $771 mil mensuales, reflejando un escenario donde los precios se mantienen altos y los salarios continúan rezagados. En un contexto nacional de fuertes disparidades regionales, la provincia norteña se mantiene en una franja intermedia: ni entre las más caras, ni entre las más accesibles, pero con un esfuerzo cada vez más visible para sostener el consumo básico del hogar.

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