José María Blunda: “Las empresas antes miraban títulos y experiencia, hoy buscan que trabajen por motivación”

El especialista en reclutamiento y capacitación de líderes, José María Blunda, analizó en diálogo con Sin Letra Chica los profundos cambios que atraviesa el mercado laboral y aseguró que tanto el sistema educativo como el productivo deben “aggiornarse” para poder contener y potenciar a las generaciones que están llegando al mundo del trabajo. Según afirmó, los paradigmas han cambiado de manera “sustancial” y obligan a repensar la forma en que las empresas gestionan su capital humano.

Blunda sostuvo que uno de los principales desafíos para regiones como la nuestra es aumentar la productividad, pero advirtió que ese objetivo no puede alcanzarse si los trabajadores operan solo desde la obligación. “El ‘tengo que’ produce trabajo a reglamento. Para que una persona alcance su mejor versión tiene que tener motivación”, remarcó. En ese sentido, destacó que los jóvenes están instalando nuevas demandas en la agenda de recursos humanos y obligando a las empresas a revisar cómo incentivar a su personal.

La relación entre jefes y colaboradores aparece como uno de los puntos críticos. Blunda trazó una distinción clara entre el jefe tradicional y el líder actual: mientras el primero se apoya en el organigrama, el segundo se define por su capacidad de influir positivamente en las personas. “Si cometo un error, no quiero una condena. Quiero que mi jefe-líder se siente conmigo a ver dónde está mi posibilidad de aprendizaje”, explicó. Para él, los liderazgos efectivos son cercanos, empáticos y capaces de reconocer los logros de su equipo.

En este nuevo escenario, los jóvenes dejan atrás la ética del trabajo del siglo XX -esa que ordenaba la vida- y priorizan la lealtad personal. “Me voy a quedar en la medida en que este lugar me reconozca”, sintetizó Blunda sobre el nuevo paradigma. Equilibrio, bienestar y la posibilidad de sostener otros roles por fuera del empleo aparecen como prioridades innegociables para las nuevas generaciones.

El especialista también advirtió sobre el creciente conflicto multicultural dentro de las organizaciones, aunque aclaró que el problema no es la presencia de conflictos, sino la falta de mecanismos para gestionarlos. “Cuando lográs combinarlos, generás equipos de alto rendimiento”, afirmó. 

“Las empresas antes miraban títulos, experiencia y referencias. Hoy hacer una selección con estos parámetros implica una tasa de error altísima. Las empresas hoy buscan que las personas trabajen no solo por necesidad, sino también por motivación. La necesidad queda corta para generar motivación. Lo mejor sale cuando la agenda de uno tiene mucho tiempo que ver con lo que más te guste”, relató.

Para Blunda, el rendimiento superior aparece cuando las personas hacen aquello para lo que están preparadas y que, además, disfrutan: “El tiempo vuela, la persona queda atrapada en la tarea”. Esa experiencia plena, agregó, es clave para sostener la motivación y reducir la rotación laboral.

En cuanto al sistema educativo, consideró que la Argentina mantiene una buena base formativa, pero necesita fortalecer las áreas de extensión universitaria. “Hace falta mucha más conectividad entre formación, punto de trabajo y Estado. Si ese triángulo se energiza, podemos tener mejores estudiantes”, señaló. Y concluyó que las empresas, cada vez más, están orientando su selección hacia la cultura y los valores, alineándose así con las expectativas de las nuevas generaciones que hoy redefinen el mundo laboral.