Reforma laboral: se prevé un debate parlamentario “difícil y preocupante” solo centrado en “abaratar costos”

Ricardo Rivero, abogado laboralista, remarcó que de las negociaciones deberían participar los representantes estatales, pero también los sindicatos y las organizaciones sociales.

Política13/11/2025Redacción SLCRedacción SLC
Ricardo Rivero

El abogado laboralista Ricardo Rivero analizó la propuesta de reforma laboral que el Gobierno nacional evalúa impulsar y expresó su preocupación por algunos de los ejes en debate. En diálogo con Sin Letra Chica, Rivero sostuvo que cualquier intento de modificar la legislación vigente debe hacerse con una mirada integral y con la participación real de todos los sectores.

“Hay quienes ven la reforma como algo favorable y otros la consideran preocupante. Si vamos directo al punto de la jornada laboral, ampliar la jornada no es algo sencillo desde lo jurídico. Aunque en la práctica, con casi un 50% de informalidad, muchos trabajadores ya están cumpliendo horarios similares a los de 12 horas”, explicó.

El especialista señaló que las normas laborales no fueron concebidas para generar empleo, sino para proteger al trabajador como persona. En ese sentido, recordó que la tendencia global va en sentido contrario al de una extensión horaria. “En el mundo, el cambio es hacia la reducción de la jornada diaria y semanal, incluso con esquemas mixtos entre teletrabajo y presencialidad. La pregunta es si en Argentina esa es realmente la intención, porque parece que el enfoque va por otro lado”, advirtió.

Rivero remarcó que, hasta el momento, no existe un proyecto formal de modificación laboral, aunque reconoció que circulan borradores orientados a “abaratar costos”. “El debate es hasta dónde se puede abaratar lo laboral sin caer en la precarización de la relación. El Estado puede ofrecer incentivos fiscales, pero sin afectar el sistema previsional. No toda ley vieja es mala: hay normas muy buenas que deben conservarse”, apuntó.

Para el abogado, cualquier reforma debe construirse desde el diálogo y la consulta efectiva. “No se trata de invitar a participar y luego hacer lo que se quiera. Se debe escuchar, replicar argumentos y extender ese debate también a las empresas”, afirmó. En esa línea, destacó que el Estado tiene la obligación de crear condiciones de igualdad para que las negociaciones colectivas puedan actualizarse y dar lugar a nuevos acuerdos.

“El problema es que las negociaciones colectivas hoy están empobrecidas; se limitan a discutir escalas salariales. La urgencia económica impide abordar temas más amplios. Pero si se busca una reforma profunda, ese debate tiene que ampliarse”, subrayó Rivero.

Consultado sobre la posibilidad de que el Congreso trate una eventual reforma, el abogado fue cauto. “Veo difícil y preocupante el debate parlamentario. Es clave que participen los representantes estatales, pero también los sindicatos y las organizaciones sociales. La democracia participativa exige eso; con imposiciones no se logrará nada bueno”, sostuvo.

Por último, se refirió a la idea de establecer una “remuneración dinámica”, que vincule el salario con el nivel de ventas o las utilidades empresariales. “Eso implicaría que el trabajador comparta los riesgos del negocio, pero si no se acompaña con la posibilidad de participar también de las ganancias, el sistema no tiene sentido”, concluyó Rivero.

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